jueves, 8 de mayo de 2008

multiple


Hoy hablare sobre aquellas personas que algunas vez en su vida necesitaron decirle a una persona: perdón, si yo hubiera sabido, que te haría daño, no lo hubiera hecho, ni siquiera lo hubiera pensado. Y escuchar de ti aunque sea: te perdono tu error. Aunque se muy bien que no podría hacer nada para reparar ese error. Aunque a veces pienso que uno pidiendo perdón, abre más las heridas lastimando a esa persona.

Y es por eso, que aunque por dentro yo digo: me equivoque, ¡Ayúdame! No lo digo, y aún así estoy seguro se que tu me darías otra oportunidad.pero no lo hago, por que no tengo el valor. sin embargo, algun dia me acordare que no lo hice.

1 comentario:

Unknown dijo...

no se pana, no comparto tu opinion, perdonar, es una tarea a la que nosotros los cristianos no podemos hacer oídos sordos, una práctica que muchas veces conlleva con ella misma un sentimiento de alivio tanto para el que perdona como para el que es perdonado.

Sin duda que el no perdonar nos ata en nuestro interior, y se encarga de hacer crecer grandes sentimientos de rencor, amargura, creando un germen con capacidad de crecer y condicionarnos.

Dijo Jesús

“Ama a tu enemigo.” Esto es imposible de entender.