jueves, 22 de mayo de 2008

mirada


Algunas veces no nos preguntamos todo el sufrimiento que pasa la madre de un preso, cuando se dirige a la visita, con el dolor y la zozobra en su pecho, por ver a su hijo a quien lo tuvo en sus brazos y a quien lo vio crecer inocente, conseguirlo en un lugar que ella a nadie se lo desearía. Pero su dolor mas grade y desgarrador es cuando se despide de su hijo para dirigirse a su casa y dejar a su hijo allí, apartado de una realidad, apartado de su libertad. Sin que nadie sepa hasta cuando él va a estar ahí.

1 comentario:

José Pineda dijo...

la labor de los padres mercedario es excelente porque visitan y animan a esos hermanos q han perdido la libertad...Dios los bendiga y les de fuerza a sus madres.